Bosques de Magnolia - En búsqueda de la flor violeta [Misión]

Flores de color violeta. Si había alguna en el bosque de Magnolia, no era nada fácil de encontrar, pero bueno, por alguna razón le habían enviado a buscarlas en la misión, porque si encontrarlas fuese fácil, quizás habrían ido a por ellas los mismos que habían pedido la misión, ya que se habrían ahorrado tiempo y dinero. La misión trataba de recoger algunas flores de un color como el violeta que crecían en el bosque de Magnolia, ya que estas, mezcladas con agua caliente para hacer una infusión con ellas, eran una muy buena cura para una enfermedad de una anciana de Magnolia, la que le había pedido la misión. En verdad, Crow podía decir que su misión no era demasiado complicada, pero estaría mintiendo, pues lo difícil no era llegar al bosque, ni si quiera había alguna complicación en moverse por dentro del frondoso bosque, la complicación estaba en encontrar las dichosas flores violetas, que, encima de que el tiempo corría en su contra, no había ni una sola flor a la vista, todo eran árboles, ramas, algún que otro arbusto por el suelo, y muchas plantas de diferentes tonalidades de verde, verde oscuro, verde claro, etc... Crow continuaba avanzando, el tiempo corría en su contra, ya que la misión especificaba que debía traer las flores lo más rápidamente posible, ya que las horas de vida de la anciana estaban terminándose y la muerte de aquella anciana sería un fracaso estrepitoso en la misión de Crow, y este no podía permitir que le pasase eso, al menos no cuando había una vida en juego. Crow continuó avanzando en el bosque cuando escuchó un sonido detrás de él. Sin dudarlo desenvainó su espada, podría estar a punto de meterse en alguna lucha, en una lucha de la que tendría que salir lo más rápido posible, como por ejemplo, cortando por la mitad a su adversario. Pero fue una falsa alarma, esos ruidos los había estado produciendo un chimpancé que tenía una sonrisa bastante curiosa. Crow pasó del chimpancé y volvió a buscar las flores, pero notó como algo tiraba de su espada, pero para cuando Crow se dio cuenta, el chimpancé ya tenía su espada en la mano - Lo que me faltaba.... - bufó Crow con una cara de circunstancia, pero preocuparse no le serviría de mucho, tenía que atrapar a ese chimpancé y conseguir su espada. Pero aquel chimpancé parecía tener ganas de jugar y se subió a un árbol - Estas de broma verdad? - preguntó Crow mirando al chimpancé que estaba encima de una rama del árbol, este se limitó a reir enseñando sus grandes dientes antes de saltar a otro árbol. Después de soltar una maldición, Crow subió al árbol y comenzó la persecución del chimpancé. Este le había robado la única arma que tenía, no podía arriesgarse a ir por el mundo desarmado, tenía que recuperar su espada. Hubo un momento en el que Crow perdió al chimpancé de vista, pero continuaba corriendo hacia donde lo había visto huir, hasta que para su mala suerte, tropezó con una rama de árbol un poco más alta que el resto y cayó al suelo. Crow estaba en el suelo mareado y al levantar la cabeza pudo ver al chimpancé riéndose de él a unos metros de distancia - Verás cuando te coja maldito animal - dijo Crow poniéndose de los nervios mientras se incorporaba y volvía a correr detrás del chimpancé, que huía de Crow pegando pequeños saltitos, como burlándose de él. El chimpancé soltaba fuertes gritos de mofa mientras huía de Crow hasta que se pudo escuchar un grito diferente, no era de mofa, parecía haber sido de sorpresa y poco después escuchó como el chimpancé no gritaba tan fuerte, parecía estar aterrado. Crow corrió hacia donde estaba el chimpancé y no tardó demasiado en encontrar la razón por la cual el chimpancé estaba aterrado. Había sangre en el árbol en el cual estaba el chimpancé, ya que mientras huía, un tigre le apareció y le mordió la pierna, ahora ya no podía correr. Cuando el animal vio a Crow se arrastró hacia él en busca de ayuda, su cara ya no era divertida, era más bien de puro terror, pues el tigre estaba caminando lentamente hacia el chimpancé y hacia Crow. A Crow le dio bastante lastima aquel chimpancé pues solamente quería jugar y había terminado siendo atacado por ese tigre. Crow debería inutilizar al tigre lo antes posible, pues no tenía más tiempo para contratiempos. Entonces Crow recuperó su catana y la desenvainó, no dudaría en deshacerse de aquel tigre, aunque tuviese que matarlo. El tigre se lanzó hacia Crow y este hizo un movimiento con su catana como si cortase el viento, entonces una ráfaga de viento blanco en forma de corte en vertical, avanzó emergiendo del viento que había creado la espada. Aquella ráfaga golpeó al tigre tirándolo al suelo, y al poco tiempo se retiró pues parecía no ser el que tenía la preferencia de ganar, pues ahora se estaba enfrentando a dos presas y una llevaba armas. El chimpancé se marchó nuevamente, intentando tapar la herida, le dejó la espada a Crow y caminó hacia una salida del bosque. Crow decidió seguirle, el chimpancé terminó en una especie de planicie llena de flores y rosas, donde habían plantas curativas que usó para tratarse la herida, pues estos animales eran bastante más inteligentes de lo que parecían. Entre aquellas plantas estaba la famosa flor violeta que tanto había estado buscando Crow, de forma que cortó unas cuantas y se las guardó en una bolsa, en cierta manera aquel chimpancé había terminado siendo de ayuda. Pero el tiempo apremiaba y Crow no tenía tiempo que perder de forma que emprendió su camino a Magnolia para llevar las flores violeta a la familia que le había encomendado la misión. Finalmente, después de haber estado perdiéndose varias veces en aquel laberíntico bosque, logró llegar a Magnolia, y después de intentar varias veces ponerse en contacto con la familia, terminó por poder entregar aquellas plantas que tanto le habían costado de conseguir para poder elaborar una infusión que sirviese como elixir para curar la enfermedad de aquella anciana y de esa forma conseguir poder prolongar algo mas el tiempo de su existencia.