Sirvientes y Esclavos (Priv. Linette)

Debía ser cuidados con aquello que se encontraba haciendo, después de todo un amigo que habitaba en dicho lugar le había encargado aquella tarea y este nunca lo decepcionaría, después de todo gracias a el había logrado volver a la gran ciudad en la que vivía, en aquella gran ciudad que era capital el reino en el que vivía, pero el no profundizaría en ello, tenia otras preocupaciones como aquello que hacia en aquel momento, pues si hacia un mal movimiento lo arruinaría absolutamente todo, asi que con suave movimiento de muñeca separa aquello con esto y con un movimiento de brazo aquellos se alzo por el aire y callo una vez mas en ello, todo estaba listo, había terminado el Omelette.

 

Tras terminar su trabajo que le había encomendado su amigo antes de irse a trabajar en el castillo, servirle desayuno a los hijos de este que debían partir pronto a la escuela, este se encontró sorprendentemente sin nada que hacer, lo que en verdad no era tan poco común en esos días que recientemente había vuelto a la ciudad, había estado pensando en buscar algún trabajo o misión por ahí en que se requiriese de sus capacidades mágicas, pero cada vez era mas y mas difícil el encontrar algo bueno y que no fuese ayudara una abuelita a cargar algunas cosas o sacar a caminar a los perros de un señor X, pero tampoco podía ser regodeón, después de todo necesitaba encontrar algo que hacer lo antes posible, para asi poder dejar aquel hogar en donde estaba de allegado desde hace un par de días.

 

Tras colocarse su chaqueta salió a la calle en aquel tan frio día, gustando el poder ser un mago de fuego para calentarse las manos o algo similar, después de todo no tenia muchas cosas con el, salvo la ropa que traía con el y que lavaba cada noche, sin guantes ni bufanda, solo lo que traía consigo, otra razón para tener un trabajo, por lo que fue directo hacia una tabla de trabajos en plena plaza principal  en donde los niños jugaban y el sol era cubierto por la nubes, quizás llovería  hasta nevaría, no le sorprendería en lo mas mínimo.

 

Al llegar a la tabla, como sospecho se encontraban una gran cantidad de personas, probablemente la mayoría de ellos eran magos en búsqueda algo que hacer,  o como hacer algo de dinero fácil, por lo que rápidamente estos tomaban los trabajos mas fáciles o mas simples, y salian a sus pequeñas aventuras. Al finalmente poder estar frente a frente con aquella tabla, puesto que como estaba atestado de almas se habia visto en problemas para acercarse a ella, finalmente pudo comenzar a leer que clase de misiones o trabajos habían. Cuidar bebes, limpiar a un anciano, clases de silbidos, limpiar el baño de alguien, limpiar las alcantarillas de una calle, pero cuando pensaba que nunca encontraría algo que valiese la pena repentinamente encontró un cartel que llamo su atención “Deseo que alguien me enseñe a doblegar a un grupo de esclavos al servicio de la mi persona”, ¿esclavos? ¿doblegar? Eso claramente era una broma, pues para empezar la esclavitud estaba prohibida y al parecer todos se habían percatado de ello y nadie le ponía atención, pero la paga era bastante buena, con lo que in duda podría comprar algo de ropa. Tras mucho pensarlo este suspiro y se dijo a si mismo ¿Por qué no? Y se dispuso a tomar el cartel.